solo andan por el aire
no hay otra cosa
ni en las calles
ni en las plazas
ni en la lluvia
tampoco en los
siempreverdes, y
parece que
Y me pregunto
¿qué pasó?
Y me digo:
que tus brazos
no caigan
Los ciruelos
después
del invierno.
Pero
otras veces,
en los abrazos
y la risa,
y de nuevo
mis ramas
se llenan de
cantos y