PREGUNTÉ A LA NOCHE
Y NO PUDE
REPROCHARLE NADA
DESDE
HACE TIEMPO
EXPULSÉ A LOS
MIEDOS,
LOS DEJÉ AFUERA.
ME PREGUNTO ENTONCES,
POR QUÉ HABRÍA
DE DARLES
UN LUGAR AHORA EN MI CASA
JUSTO AHORA,
CUANDO SE BORRÓ LA OSCURIDAD
Y EL GRITO
YA NO ES GRITO
SINO RISA.
PERO LA NOCHE SE VISTIÓ
DE SOMBRAS
Y LA RESPUESTA
FUE SOLO MIRARME
Y
PRONUNCIÓ ALGO
ASÍ
COMO EL CHIRRIAR
DE ABERTURAS EN TINIEBLAS,
COMO SECRETOS PASOS
DE FORMAS ESQUIVAS
TARDE
COMPRENDÍ
QUE
LOS MIEDOS
SON MUCHO MÁS
QUE BOLSAS NEGRAS
NO ALCANZA
CON DEJARLOS
AFUERA
SIEMPRE ESTÁN AL ACECHO
DETRÁS DE ALGUNA
PUERTA.
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