Yo no te puedo contar
cómo es el hambre.
No te puedo contar
cómo suena la panza
como una lata de gaseosa, suena,
y se aprieta, se estruja,
se retuerce,
y suena,
y busca hasta lo último
algo con qué engañar
ese dolor...
Yo no te puedo contar
lo qué es vivir en la calle,
lo que es dormir entre cartones
y cuidarte
que no te roben,
que no te abusen,
que no te pegue la policía,
te quite lo poco que tenés
y te saque del único hueco
que pudiste hallar para tus huesos.
Yo no te puedo contar
lo que es revolver basura
buscando algo,
no para venderlo,
sino para comer.
No te puedo contar todo eso,
pero lo que sí puedo contar
es que quizás vos,
que dormís en una cama tibia
escuchás por las noches,
el ruido de los tachos de basura,
el ruido de las tapas
de los tachos
y es que somos
un ejército de hambre
revolviendo esos tachos,
y ya pasó por los tachos
otro ejército antes.
Y si los tachos rugen
es porque están vacíos,
como ruge mi estómago
porque tiene hambre.
Poema de Nidia Tineo
Derechos de autor reservados.
Imágenes: Juanito Laguna de Antonio Berni (14/05/1905-13/10/1981 Pintor argentino)
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