A veces, las letras se hartan
se enredan, se agolpan en las bocas
burlan barreras
se disparan ariscas y pasan
a formar parte de palabras que son rayos.
Y ahí están como tormentas
ahí están, rebeldes
desafiantes con su espada de indignación
y de impotencia
batiendo contra el viento,
quijotescas,
ante un mundo constelado de mentiras,
desnivelado de grietas
cuya luz se desploma ante cada muerte,
ante cada mujer asesinada.
Y una vez más, ellas se calzan armadura
y salen con furia a derribar fantasmas
a pelear contra molinos de viento.
Y reclaman:
JUSTICIA
Y exigen:
BASTA DE MUERTES
VIVAS NOS QUEREMOS
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