Los cuerpos que has dejado atrás
perduran debajo de tu piel
Y a veces, batallan entre
sí
Quizá para no morir tu muerte.
Los sufrimientos que has dejado atrás
Se anudan a tu corazón
Y a veces, lo ahogan
Para que no los olvides.
Los seres que has amado
A veces andan alrededor
como fantasmas y
Cada tanto golpean tu puerta
Para que no los dejes del todo.
Los sueños que has dejado en el camino
Se quedaron guardados en tus párpados
Y suelen revolotear entre tus ojos
Quizás, para que no los pierdas del todo.
Algunos momentos felices que han quedado atrás
se agolpan en tus pies como cimientos secos
Y sostienen firme tu estructura
Como si no bastara con tus convicciones.
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