Entre un minuto y otro
entre el día y la noche
entre meses y años
me declaro ignorante
no comprendo del mundo
ni tampoco del hombre
ni siquiera de mí
y me pregunto
por qué esa manía
por qué el resquemor
por qué siempre odio.
El centro de las cosas
no es la mujer
ni el hombre,
ni si la piel es negra
o es blanca,
Si hay sitio de sobra
no comprendo
por qué nos empeñamos
en abrir tantas grietas,
atarnos de pies y
manos, tratar
a otro con rabia,
me declaro ignorante,
ante la estupidez humana
entonces, repito esta pregunta
por qué nos emperramos
en construir
más
cárceles.
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