Tormenta. De: Nidia Tineo




LA MAÑANA ESTABA APACIBLE,

LUMINOSA,

LA GENTE LLEVABA  SOL

ENTRE SUS MANOS,

LOS PÁJAROS SE ECHABAN 

SOBRE EL PASTO A CANTAR,

EL BULLICIO DE NIÑOS

RESONABA EN LOS PARQUES,

PERO UNA TORMENTA

 DE AIRE, DE POLVO,

SACUDIÓ A LOS PÁJAROS,

ARRANCÓ LAS FLORES,

DESHOJÓ LAS COPAS.

CON SUS NUBES OSCURAS

TAPÓ EL CIELO,

DEJÓ CIEGAS LAS PUPILAS,

DEJÓ MUDAS LAS BOCAS,

CUBRIÓ DE BARRO

LOS CABELLOS, 

LAS MEJILLAS,

LOS DIENTES.

QUITÓ LA LUZ DE LAS

SONRISAS,

QUITÓ LA LUZ DE LAS

MIRADAS,

VACIÓ LOS CEREBROS,

LOS CUERPOS,

LAS CASAS,

Y LAS COLMÓ DE NADA

Y CADA TANTO, ESCUPÍA

LODO,

LOS HUNDÍA EN LODO...

ERA UNA TORMENTA

ERA UN VIENTO FURIBUNDO

ERA LA MUERTE MISMA

QUE DERRAMÓ SU ODIO,

SU PODER,

Y CONVIRTIÓ TODO, 

ABSOLUTAMENTE TODO,

EN BARRO,

EN ESCOMBROS,

EN TRISTEZA.

LUEGO, LA TORMENTA

OSCURA

SE DESHIZO EN POLVO.

COMO HECHIZO MALDITO

DESAPARECIÓ AL INSTANTE,

Y TODOS LA OLVIDARON.

SÍ,  SIMPLEMENTE 

LA OLVIDARON...

CUANDO LA TIERRA

EMPEZÓ DE NUEVO,

A FLORECER.


AUTORA: NIDIA TINEO


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