Un gigante alado que despertó una vez, para no volver a dormir jamás.
Guardador de secretos que va y viene por el mundo.
Su abanico de pájaros hace nidos en nosotros.
Curador de penas y de sueños.
Memoria de los pueblos antiguos.
La enorme hormiga de papel que nos habita.
Vuela. Chilla. Canta.
No todos ven, escuchan, sienten su lomo duro, frío y áspero.
Hubo quiénes se han cortado con su filo.
Están los que se enamoraron de su artificio.
Y los que de su mano hicieron revoluciones, filosofía o fueron arquitectos de mundos nuevos.
No habla. Tampoco es mudo.
La magia no siempre se revela de un principio.
Caminante del tiempo, llegado desde lejos.
Hubo seres que siempre lo consideraron enemigo.
Fue prohibido, enterrado, condenado a la hoguera.
Le temieron.
Le adoraron por ser más valioso que el becerro de oro.
Autora: Nidia Tineo
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