Cuando el faro es luz
la vida se arropa con la vida
el viento te ofrece los caminos
en el mapa y se agiganta,
y el mar galopa con el sol
en la frente hasta los muelles.
Cuando el faro te abandona,
no hay grito que aclare la noche
ni barco que surque el universo
para amarrar en su orilla.
Cuando el faro gira sin magia de luz
sino con absurda agonía,
solo quiero un pedazo
de pan casero y tibio,
un poncho pampa,
un mate para buenos amigos,
y dulce de leche entre los dedos.
Porque
no basta con huir lejos
y salvarse solo,
para que no pueda matarme
una bandera.
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