El árbol, un camino
firme ante lo incierto,
un abrirse de verdes
donde los nidos
encuentran la certeza.
El poema en cambio,
es un recodo siempre
que guarda entre sus pliegues
una pregunta,
donde lo cierto se deshoja
como magnolia en primavera.
El poema, un árbol.
El árbol, un poema.
Los dos al borde,
de pie
frente al abismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario