Si cada mañana
al despertar
tuviera en mi ventana
un poema,
un poema de tus manos,
un poema con tu letra
con el paisaje de tu voz,
con la melodía de tus pájaros
con la risa de la nieve en cada hoja,
en cada pétalo, en cada falda,
en cada alero y cada cumbre,
entonces
quizá,
yo podría soportar
el peso inexorable
de lo que no existe.
NidiaTineo
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