El centro de la noche
ya me llamaba
Por la orilla del tiempo
mi amor, pasaba.
No era la noche, no
Ni era azulada
Era, ay, tu misterio
que enamoraba.
Si en tu boca se abriera
un canto de agua
sería una fresca lluvia
sobre la ardiente cara.
Qué largo es el camino
qué viento es el pasa
murmurando canciones
ahoga añoranzas.
Pero no era tu boca, no
tu piel, tu canto
era rocio, noche
manto azulado.
Autora: Nidia Tineo
No hay comentarios:
Publicar un comentario