Estamos llenos de palabras
ocupan todos los lugares
nos envuelven al nacer como una manta
y suelen soltar una caricia.
Y agudizan ojos, cerebro
pensamiento
ahuecan los oídos
rugen, ladran
chillan
pero no pueden
con los precipicios
y es que a veces ellas también
son abismos
y otras
son frágiles puentes
que no siempre nos
atrevemos a cruzar.
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