Ay, piedra negra,
María,
qué
habrán visto tus ojos
para curar heridas
y
abrazar esa causa
de
una revolución apenas.
Ay,
madre parda
pócima
del llanto,
que al perder a tus hijos,
y
al hombre bien amado
tuviste más razones,
para
seguir luchando.
Ay,
Capitana yesca.
Qué
dolor las derrotas,
qué
bravas las heridas,
qué
sables en tu cuerpo,
siete
veces la muerte
te
fusiló sin balas.
Ay,
la María Remedios,
pedernal
de la patria,
nueve
días de azotes
y
al huir de la cárcel
capaz
de dar batalla.
Mujer desobediente.
mensajera
del viento,
sargenta
libertaria
y
abandonada a suerte.
¿Qué
tristeza conservan
todavía
tus ojos?
¿Y
tus labios morena,
qué
secretos se guardan?
Ni
una llovizna queja
que pida, que reclame.
Ay, piedra color
borrada,
olvidada,
harapienta
mendigando te vieron
después de tanta hazaña.
Qué historia
nuestra historia
Qué manos olvidadas
qué temple vos, morena,
María, silenciada,
entregar cuerpo
y alma
a la celeste y blanca
y quedar
para siempre
en el hilo invisible donde cuelgan, flamean
las héroes
de la patria.
AUTORA: NIDIA CRISTINA TINEO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar tus comentarios, sensaciones, opiniones siempre con respeto y corrección. Muchas gracias.