Tengo lluvia contenida en la garganta
salitre en la comisura de los ojos
dolor clavado en el ángulo
y unas ganas tremendas de irme río abajo.
Tengo una ilusión deshilvanada
y un amor perdido en el desierto
la víbora otra vez mordió el pie izquierdo
y no sé cuándo ni cómo se adentró en mi casa.
Tengo clavos en el pecho
y un cuchillo de punta en el estómago
El sabor agridulce entre los labios
y sensación de lluvia en la piel
Tengo la pena honda como pena
y una soledad deshabitada como patio
el grito que no sale, pero duele
y tanta lluvia que soy ha roto el cántaro.
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