No hay quien la nombre.
Los suyos,
hace tiempo
la olvidaron
ha sido
condenada.
¿A quién le
importa?
Ninguno la recuerda,
Su destino de mujer
no los conmueve.
No derramarán lágrimas cuando se vaya
ni un pétalo azul habrá sobre
su tumba
Usurpadora de un amor
que no tuvieron
y que tampoco a ella
le fuera regalado.
¿A quién puede importarle
una mujer
sin nombre
tan simple como
una flor del campo?
Ha sido esclava
desprendida
de si
ha amado
ha parido
mil veces muerta
ha vuelto viva.
¿Ha servido?
Esclava
no dueña
de sus horas
en deshora rebeldía.
Las muros resultan
cada vez más
altos
y más, y más
y más, y más
busca quebrarlos
¿ A quién puede
importarle
una mujer
sin nada?
Yo quiero alentar a que
resista
a saltar esos muros
que resista
los de antes,
los de ahora,
los futuros.
A no desfallecer
A no desfallecer
le pido
la condeno
Y cuando descalza
ande libre el mundo
ande libre el mundo
con pie firme
extienda sus brazos
y recoja siembra.
Autora: Nidia Tineo.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario