Cómo olvidarme, cómo dejarte ir
Debo dejar de nombrarte
cuando estoy en silencio y el silencio te nombra.
Tengo que reunir todas las esperanzas, los deseos, las palabras más vivas para arrojarlas al mar
o mejor enterrarlas
junto a un gran árbol, una magnolia, un cerezo, un laurel quizás y que se vayan en sus hojas
Y que sean flores. Sí, flores blancas, azules, aguamarinas y violetas,
Algo debo hacer para aliviarme
es imposible encerrar tanta locura entre los dientes
Se vuelve tormenta si la guardo
Azota con la fuerza del viento
Y es volcán a punto de estallar y arrastrarlo todo
para congelar con su magma el último suspiro, la mirada elevada a vos, el beso que no dimos, el viaje deseado, el murmullo soberano del agua, el río,
tus labios y los míos.